Si las cosas que solo pensamos y no decimos se expresaran con más frecuencia estoy segura que yo me metería en muchos problemas, a veces guardo silencio para no herir o lastimar con mis comentarios, salvo sus contadas excepciones en las que por más que quiera quedarme callada no lo consigo. Siempre me han aconsejado pensar bien antes de hablar, pero pasa que la paciencia no es una de mis virtudes.
Este fin de semana no me pude quedar callada.
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